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Auge de la violencia fascista. El porque del atentado en Alemania

    

11 octubre, 2019. El autor retransmitió en directo su ataque antisemita y dejó claro que el objetivo de la ira neonazi son musulmanes, judíos, mujeres y gente de izquierdas


EL PERIÓDICO.-El terrorismo neonazi ha vuelto a cobrarse nuevas vidas en Alemania. En julio, un nostálgico del Tercer Reich asesinó a sangre fría a Walter Lübcke, político conservador que había apoyado la acogida de refugiados. Ayer, la ciudad de Halle vivió un tiroteo en plena calle más propio de países como Estados Unidos. Ambos casos reflejan un patrón que alerta de la creciente organización de la violencia fascista.


El autor del atentado de Halle es Stephan Balliet, alemán de 27 años que tenía como objetivo asesinar a tantos «no blancos» como fuera posible, aunque los judíos eran sus «preferidos». Para ello se vistió con un uniforme militar de combate y utilizó varias armas automáticas, incluso granadas de mano. Hasta ahora no era conocido por las autoridades y vivía con su madre en el pequeño municipio de Benndorf. La policía investiga si tuvo algún cómplice durante la preparación o ejecución del ataque.


Conspiranoia de guerra racial


Ayer el objeto de la ira neonazi fueron los judíos, pero en otras ocasiones lo han sido los musulmanes o los grupos de izquierda. De hecho, en el vídeo, Balliet confiesa que antes de decidirse a asaltar la sinagoga de Halle ya había planeado un atentado contra una mezquita y contra activistas progresistas. Todo, destinado a librar una «guerra racial» y convertirse en un mártir del supremacismo blanco.


Sus tesis quedaron claras en el vídeo que publicó antes de lanzarse a la calle. Eliminado ya de internet, en él el autor negaba la existencia del Holocausto y defendía la teoría de ‘El Gran Reemplazo’, una conspiranoia que culpa al feminismo y a los judíos de una llegada de inmigrantes musulmanes a Europa que entienden como una amenaza a la supervivencia de la identidad blanca. Un extendido dogma supremacista preconizado por el teórico neofascista francés Renaud Camus.


Terror en directo


Según ha detallado la investigación, este neonazi instaló una cámara en su casco que emitió en directo el ataque a través de Twitch, una plataforma de vídeo de Amazon que se utiliza principalmente para los videojuegos. Así, optó por la ludificación o gamificación del terror, un sádico método cada vez más seguido por los terroristas de extrema derecha con el que difunde las imágenes de su ataque en primera persona como si se tratase de un videojuego.


Brenton Tarrantel asesino de Christchurch, también se sirvió de este ‘modus operandi’ que tiene la finalidad propagandística de motivar a otros lobos solitarios. En el vídeo de ayer Stephan Balliet también anuncia sus postulados en inglés para llegar así a una mayor audiencia. Como si fuera un espectáculo televisivo. 


Organización digital


En el caso de Nueva Zelanda, el atacante retransmitió el asesinato de 51 civiles musulmanes a través de Facebook Live Video. Poco después, su manifiesto neofascista plagado de conspiraciones se difundió a través de 8chan, un portal de imágenes utilizado recurrentemente por grupúsculos neonazis y la nueva derecha identitaria. Los neonazis que utilizan estas plataformas suelen comentar e incluso puntuar los ataques mientras se alienta a la violencia contra mujeres y minorías étnicas.


El ataque de ayer podría haber sido perfectamente un baño de sangre como el de Christchurch. Balliet intentó forzar la entrada de la sinagoga de Halle, pero incluso tras 20 disparos las puertas no cedieron. En el vídeo se puede ver su cabreo de frustración. Dentro había hasta 80 personas celebrando el Yom Kippur, la festividad judía de expiación en que los feligreses piden perdón por sus pecados. Además, en su coche llevaba hasta cuatro kilos de explosivos con varios detonadores que no llegó a utilizar. En las redes sociales por donde se transmitió la masacre en directo algunos usuarios incluso se mofaron del atacante por no haber logrado matar a más personas.