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Racismo virtual, el odio que golpea la realidad

    

PACO CERDÁ. LEVANTE-EMV.- Gitanos, musulmanes, inmigrantes y otros colectivos vulnerables conmemoran hoy en Valencia el Día Internacional contra el Racismo tras un año, el 2014, en el que las Oficinas de Atención a Víctimas del Delito de la Comunitat Valenciana Valenciana prestaron ayuda a 62 casos de víctimas de delitos de odio y discriminación. La cifra es un 44 % superior respecto a los 43 casos atendidos en 2013, según los datos de la institución. Pero lo que más sorprende es la preocupación por el crecimiento del odio en internet y la profesionalización de sus difusores, especialmente de grupos racistas y neonazis. «Es el máximo foco actual de origen del discurso xenófobo», advierte Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia. Sabe de lo que habla: por su incesante lucha contra los delitos de odio ha tenido que soportar durante años un juego que circulaba por internet bajo el título «Mata a Esteban Ibarra», creado por ultras.


Ibarra sostiene que el discurso del odio en el mundo virtual se traduce en violencia en el mundo real. «Las redes sociales como Twitter, Facebook o Instagram están ahora con una actividad muy por encima de las páginas web y los blogs como emisores del discurso del odio y su propaganda», señala. Esta incitación on line desemboca, en muchas ocasiones, en violencia en el mundo real. Pone el ejemplo —uno de los tantos que han registrado el pasado año— de casos de ciberbullying o acoso escolar por internet a alumnos por el simple hecho de ser inmigrantes. «Se los machaca en las redes y eso amplifica el hostigamiento físico y real que luego sufren», subraya.


Por internet han constatado la consolidación de un clima de odio que legitima la violencia contra judíos, homosexuales, musulmanes, gitanos o afrodescendentes. En suma, de todo aquel que no encaje en el supremacismo blanco y nacional.


Igualmente, Ángel Galán, portavoz autonómico del Movimiento contra la Intolerancia y coordinador de las oficinas de atención a víctimas, asegura que la Oficina Valenciana de Solidaridad de Movimiento contra la Intolerancia ha recibido varias denuncias de direcciones web, blogs, vídeos en Youtube o enlaces con contenidos xenófobos, racistas, homófobos, islamófobos, ultra, neonazi y de otro cariz, así como la denuncia de comentarios islamófobos en Facebook a la Plataforma Ciudadana contra la Islamofobia.


La impunidad bajo el anonimato es la clave. La rápida difusión —con comentarios dejados en webs muy concurridas que no aplican un efectivo control de la participación— es otra de las razones que permiten entender este auge del ciberodio que preocupa a los expertos. Este mismo sábado, tres instituciones europeas que velan por los derechos humanos emitieron un comunicado conjunto con un llamamiento a controlar, vigilar y evitar la presencia del discurso del odio en internet.


Acciones de un año «prolífico»


El 2014, destaca la Oficina Valenciana de Solidaridad, ha sido por desgracia «muy prolífico» en acciones protagonizadas por grupos ultras, neonazis y radicales. Entre ellas, citan el reparto xenófobo de alimentos llevado a cabo en Orriols (Valencia) por la ONG María Dolores Navarro, relacionada con el partido España 2000; la celebración de un torneo de equipos de fútbol integrados por personas de ideología neonazi en Paiporta; la organización de un combate de boxeo abierto patrocinado por grupos de ultraderecha o relacionados con ellos en l’Alcúdia de Crespins; un acto público misógino y xenófobo por parte del partido de ultraderecha Democracia Nacional en Castelló; el reparto de un panfleto xenófobo en farmacias valencianas; o pintadas de odio y racistas en la Pobla de Farnals, Torrent o Silla, entre otras.